DIOS
Diós mío
siento que el andar se me hace difícil
y el camino es duro y peligroso
y cuando creo que he avanzado, me doy cuenta que apenas comienzo
o que estoy en retroceso.
Me canso
me caigo
me pierdo.
Te confieso que a veces me desaliento
y hasta me enojo y me siento abandonado.
Pero entonces saco fuerzas
me levanto
y siento que encuentro el rumbo.
Me nace la fe
y sé que estás conmigo
y el camino, Señor,
no me parece áspero ni arriesgado.
Estoy de pie
avanzo
vivo
llegaré.
Miami, 5 de enero de 2004
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Jesús
una vez en Jerusalén
me nacieron tres poemas
pero ninguno sobre tí.
Y no es que no tuviera fe entonces.
Tal vez es que era una fe confusa
ingenua
débil.
Desde entonces, Jesús, me has puesto a prueba muchas veces.
Y mi fe es más madura,
más fuerte, Señor.
Esta noche, lejos de Jerusalén, tanto tiempo después,
pienso en tu Vía Dolorosa
en tu Cruz
en tu Santo Sepulcro
y me salen del pecho estos pobres versos
con los que quiero decirte
que creo
mucho.
Miami, 5 de enero de 2004
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