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VIAJEADENTRO

NUEVA YORK

un domingo en Nueva York
  en un pequeño salón sobre el vestíbulo del Waldorf Astoria
me detuve frente al piano de Cole Porter
y estoy convencido de que ví sus manos moverse sobre las teclas
y escuché una suave melodía de amor
y luego 
   en el Museo de Arte Moderno
miré como las manos de Vincent Van Gogh
   inventaban una noche en que todas las estrellas eran Venus.

y era otoño
y al caminar por el Parque Central
me acarició una brisa
delicada
como una melodía de Cole Porter
y ví en las hojas de los árboles
los colores vibrantes de la paleta de Vincent Van Gogh.

atesoro ese domingo
de brisas y melodías tenues
y de hojas y lienzos de colores encendidos

pero más que todo porque esa noche
  después de una ausencia
tuve tus manos entre las mías
y supe
que en tus manos
hay más magia que en las manos de Cole Porter
y las manos de Vincent Van Gogh
y hay más música y colores.

y te besé
y al mirar tu rostro supe
que tal vez
puedo vivir sin suaves melodías de amor
y sin noches en que todas las estrellas son Venus
pero que no puedo vivir si tí.

6 de noviembre de 1995

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